La piel de un recién nacido es cinco veces más fina que la de un adulto. Por eso, es mucho más sensible a influencias exteriores y pierde fácilmente calor y humedad ya que la capa córnea todavía está poco desarrollada. Es de especial importancia no cargar esta piel tan delicada y permeable con sustancias sintéticas o perfumes artificiales.
La Caléndula y la Lavanda son las flores asociadas a la infancia por la suavidad de su acción y su perfume. Un aceite elaborado desde el corazón de una madre para el “corazón” de su bebé.
Aplicar como aceite de masaje o añadiendo unas gotas al baño.
Este aceite funciona también como DESMAQUILLANTE. Remueve muy bien los restos de maquillaje sin dejar la piel irritada sobre todo por la zona de los ojos. Se puede terminar el proceso aclarándose con agua tibia y secando suavemente.
Frasco 50 mL.
*Ingredientes:
Oleomacerado de Caléndula.
AAEE de lavanda y santolina.
*procedentes de agricultura ecológica certificada y plantas recogidas a mano.