CREMA FACIAL PARA TODO TIPO DE PIELES.
Esta crema está formulada para nutrir la piel y aportarle el alimento, de temporada, necesario para hacer frente a la nueva estación.
Especialmente en otoño y en invierno, la piel reduce las secreciones de sebo y la transpiración. Entra en letargo al igual que lo hace la naturaleza. En verano, aquellas enfermedades de la piel que mejoran con el sol empeoran en otoño y viceversa. En este caso aconsejo que las pieles más reactivas al frío usen una crema calmante, emoliente y con aromas suaves.
Uno de los efectos del frío es que dificulta la circulación en las zonas distales del cuerpo por eso he elegido el ORMUS como ingrediente especial para esta estación ya que los minerales que contiene favorecen, entre otras muchas actividades, la corriente de sangre por nuestra piel y esto ayuda a que el alimento y el oxigeno llegue mejor a nuestras células.
El Ormus se extrae del agua de mar, es un compuesto multimineral que contiene minerales que se concentran en el agua de mar, por lo que se sabe se compone de unos 36 elementos y los estudios han concluido en que la composición, aunque puede variar según el agua utilizada, es más o menos esta: Magnesio 30% a 70%, en menores proporciones: Cobalto, Níquel, Cobre,
Rutenio, Rodio, Paladio, Plata, Osmio, Iridio, Platino, Oro…
Los minerales son imprescindibles para el buen funcionamiento del organismo y se necesitan a diario, porque también cada día se pierden con la orina y la transpiración. El estrés acelera esa pérdida, que se traduce en apatía, atonía, cansancio y decaimiento. La piel se ve afectada especialmente por esta carencia, ya que los oligoelementos toman parte en muchas de las reacciones enzimáticas que la protegen de las condiciones medioambientales.
Los minerales se obtienen principalmente con la alimentación, pero hacer un aporte de estos a través de algún producto cosméticos ayuda a el buen funcionamiento de la piel y mejora su aspecto.
Al igual que nuestra alimentación varia en otoño así también debe variar la alimentación para la piel. La naturaleza siempre nos aporta los ingredientes que necesitamos para hacer frente a la estación, sencillamente tenemos que abrirnos a observar y conocer.
La endrina (fruto del endrino), el escaramujo (fruto del rosal) y el majuelo (fruto del espino albar), son frutos que aparecen en el monte en esta época y están cargados de vitamina C, minerales, antioxidantes y otros activos beneficiosos para hacer frente a las características del otoño. La cascara de manzana que obtengo de las manzanas que cultivan mis vecino libres de tratamientos, está cargada de acido ursólico y cera vegetal que mejoran y refuerzan el colágeno cutáneo, consiguiendo una mayor elasticidad de la piel y la mejora en el aspecto de arrugas y manchas.
Los aceites esenciales naturales que he elegido para esta estación nos traen una sensación de calma, nos invitan a la introspección y a mirar hacía la luz que llevamos dentro. Los aceite esenciales amaderados son profundos, balsámicos, cálidos y especiados.
Tarro de 50 mL.
Ingredientes:
Oleomacerado de mil flores de Liébana y cascara de manzana (Sp. Malus domestica) en aceites vegetales ecológicos y biodinámicos.
Hidrolato de Ciprés (Sp. Cupressus sempervirens) y Ortiga (Sp. Urtica dioica)
Cera de opérculo.
ORMUS (toda la información sobre este producto está en www.ormus.es)
Tinturas artesanales de Endrina (Sp. Prunus spinosa), Pera (Gen. Pyrus), Majuelo (Sp. Crataegus monogyna), Escaramujo (Gen. Rosa) y flor de Arzolla (Sp. Centaurea lagascana).
Aceites esenciales BIO de Cedro (Sp. Cedrus atlantica), Enebro (Sp. , Eucalipto, Palmarosa y Jara.
Este es un producto vivo y cada producción es única.
Todos los botánicos, han sido recolectados a mano en el Valle de Liébana, con respeto y agradecimiento, siguiendo el calendario lunar biodinámico.